Una vez se apagaron las cámaras y computadoras del videochat con Chayanne, transmitido a través de la página de elnuevodia.com, la estrella boricua continúo riéndose sin parar, pícaro y hasta bromista. Tanto así, que el chiste que no pudo realizar -por ser de fuerte contenido- durante el encuentro con los cibernautas, lo contó, en medio de las carcajadas de dos cómplices que lo observaban desde una esquina de la oficina del cantante en la “Capital del Sol”. Se trata de sus dos hermanos: Elliot y Emanoel. El primero trabaja desde hace ocho años con el cantante, mientras que Emanoel es quien aspira a ocupar la silla de la alcaldía de San Lorenzo, durante las próximas elecciones. Ambos han recibido el apoyo incondicional del artista a través de las metas individuales que se han trazado. En el caso del menor de los hermanos, Emanoel, el “político” de la familia, Chayanne reconoce que aunque ese no es su mundo, ya que “su partido es Puerto Rico”, su hermano siempre recibirá “mi respaldo porque creo en él y conozco la nobleza y sus valores. Nuestros padres nos han dado principios y mucho amor”. A juzgar por las miradas traviesas y secretas que se profesan los primeros tres hermanos, (tiene otros dos: Kenny y Clara) el tiempo parece que nunca transcurrió. Su junte resultó similar a cuando su padre, don “Tito”, los llevaba a jugar al Parque de Espino en su pueblo natal. La química que existe entre ellos resulta hasta envidiable. Se abrazan, se dan palmadas en las espaldas y hablan con emoción de sus recuerdos, mientras reviven las anécdotas de la juventud, cuando recorrían los campos de San Lorenzo, pueblo que para el artista es sinónimo de “su familia y su gran casa”. Cada vez que Chayanne respondía a una pregunta pícara sus hermanos no podían sostener las risas y le abrían los ojos en señal de asombro, seguido por un gesto de aprobación y admiración a la vez, que confirma que los secretos más íntimos del artista se quedan entre familia. “Ellos son unos sinvergüenzas (bromea). Mi familia es una de las grandes bendiciones que tengo. Como lo dije en el chat, sentarme a comer con ellos y hacer lo cotidiano todos juntos, es lo que atesoro y me llena de satisfacción. Mi relación con ellos es muy estrecha” ¿Existe complicidad?, preguntó El Nuevo Día. “Sí, ellos saben... (ríe y mira fijamente a Emanoel). Conversamos mucho en la medida que podemos, porque en mi caso por los constantes viajes no puedo estar con ellos. Pero al igual que con mis hijos no se trata de cantidad sino de calidad de tiempo”, sostuvo el intérprete que se presentará por primera vez el 11, 12 y 13 de febrero en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. Sobre su espectáculo que forma parte de su gira mundial “No hay imposibles”, indicó que se encuentra entusiasmado por regresar a su patria y responder el cariño que su público le profesa. “Cada escenario es distinto. Las emociones son diferentes en cada lugar, lo que lo hace especial. Presentarme en mi patria es increíble. Hay nervios... estar por primera vez en el Coliseo José Miguel Agrelot, estoy ansioso”, mencionó la voz de “Si no estás”, que tras hablar del concierto, proyecta una emoción similar a la de un niño al recibir un juguete. El artista, radicado en Miami, prometió una velada de romance, amor y desamor en un repertorio variado que viajará a través del tiempo desde sus inicios como solista hasta el presente, con temas de su reciente producción discográfica “No hay imposibles”. “Siempre cantarle a la pareja con esos temas románticos y claro canciones de ritmos positivas”, subrayó el artista, quien luce más delgado tras el ajetreado ritmo que lleva en la gira que inició el año pasado y que ya se ha presentado en diez países. Mientras tanto, en lo que llega su cita con el público boricua, concentra su tiempo entre su esposa Marilisa, sus hijos Lorenzo e Isadora y las “travesuras” con sus hermanos.
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