No
hay muchas fórmulas mágicas. El artista puertorriqueño sólo piensa en
el trabajo como una forma de vida, visitar países y volver a su nido: su
familia. Casado con la venezolana Marilisa Maronesse, abogada, es padre
de Lorenzo Valentino y de Isadora Sofía. El cantante dice que adora las
fiestas familiares. “Para mí la navidad con mi familia, los cumpleaños y
las celebraciones con ellos es muy importante. Suelo alimentarme de los
míos y con eso voy por la vida”, dice.
Aunque no hace un culto al cuerpo su faceta de bailarín es muy importante. “Los shows son agotadores y suelo bajar un kilo o un kilo y medio. Me mantengo en forma para responder muy bien arriba de escenario. Pero el gimnasio es muy importante, es un lugar donde debo también trabajar duro. Eso no quita que me coma mi heladito y que no pruebe algunas de esas comidas que tanto me gustan. Pero siempre trato de comer proteínas”.
¿Y de su vida qué más? Practica algunos deportes, pero le gusta estar detrás de la escena en las producciones. “Me gusta mucho el golf porque distrae y la caminata y la concentración son muy enriquecedoras. También a veces juego al tenis y al básquet”, agrega.
Para mirar el futuro lo repetía desde muy joven y quizás es una de las frases más escuchadas a lo largo de su carrera increíble: “Lo que pase será en su momento recuerdo. La vida me ha sonreído mucho, soy afortunado, he tenido muchas cosas bonitas, he pasado por momentos que espero sigan pasando”.
Una bomba fue lo que ocurrió recientemente en el lanzamiento de su último disco “No hay imposibles”, editado el año pasado. “Voy con el corazón en la mano y era algo que no esperaba que mi disco sea disco de oro el primer día, el del lanzamiento”.
Un perfil sencillo, humilde, de un artista que ha sabido cosechar todo lo que ha sembrado.
Aunque no hace un culto al cuerpo su faceta de bailarín es muy importante. “Los shows son agotadores y suelo bajar un kilo o un kilo y medio. Me mantengo en forma para responder muy bien arriba de escenario. Pero el gimnasio es muy importante, es un lugar donde debo también trabajar duro. Eso no quita que me coma mi heladito y que no pruebe algunas de esas comidas que tanto me gustan. Pero siempre trato de comer proteínas”.
¿Y de su vida qué más? Practica algunos deportes, pero le gusta estar detrás de la escena en las producciones. “Me gusta mucho el golf porque distrae y la caminata y la concentración son muy enriquecedoras. También a veces juego al tenis y al básquet”, agrega.
Para mirar el futuro lo repetía desde muy joven y quizás es una de las frases más escuchadas a lo largo de su carrera increíble: “Lo que pase será en su momento recuerdo. La vida me ha sonreído mucho, soy afortunado, he tenido muchas cosas bonitas, he pasado por momentos que espero sigan pasando”.
Una bomba fue lo que ocurrió recientemente en el lanzamiento de su último disco “No hay imposibles”, editado el año pasado. “Voy con el corazón en la mano y era algo que no esperaba que mi disco sea disco de oro el primer día, el del lanzamiento”.
Un perfil sencillo, humilde, de un artista que ha sabido cosechar todo lo que ha sembrado.
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