Las panameñas hicieron con Chayanne lo que quisieron. El astro puertorriqueño regresó a Panamá triunfante en el Figali Convention Center, ante miles de fanes que vieron esta vez un concierto más romántico, sensual y con un artista que dejó el alma en la pista.
Chayanne, con un cuerpo bien tonificado, empezó la gala tan esperada con el éxito “Provócame”, inmediatamente a las 10 de la noche del pasado jueves, el artista demostró por qué es uno de los mejores y más completos cantantes y bailarines de Latinoamérica.
Chayanne se movió en la tarima sin parar con un cuerpo coreográfico de 8 bailarines, que se menearon al ritmo de salsa, pop y con los éxitos tan esperados que eran coreados en un Figali que estuvo a reventar en el magno concierto "No hay imposibles".
“Caprichosa”, “Baila baila”, “Palo bonito”, “Fiesta en América”, “Completamente enamorados”, “Trozo de hielo en la escarcha”, “Si no estás”, “Salomé”, “Tiempo de vals”, “Si nos quedara poco tiempo”, fueron interpretados por Chayanne, al mismo tiempo en que fuegos de artificio en la tarima, tres pantallas, luces y un cuerpo musical de 10 personas le hacían el complemento en el escenario.
Tan romántico estuvo Chayanne que su entrega al público fue inmediata, en sus primeras palabras para una fanaticada en su mayoría contemporánea a su carrera artística, el puertorriqueño -vestido con un jeans negro ajustado y chaleco- le dijo a las panameñas "Hagan con nosotros lo que quieran", pero fue él mismo quien complació a todas sus fanes, bajó de la tarima cerca de la zona VIP y besó a una de sus seguidoras, además de darle la mano a muchas de las que anhelaron tenerlo cerca.
Fueron dos horas de emoción y más de 20 canciones, de aquel artista que llegó por primera vez a Panamá en la década de los ochenta con "Los Chicos" y que sus inicios como solista estuvieron marcados en nuestro país. Por eso, no dudó en corear "Panameña, panameña vida mía", que fue del delirio de todas las presentes.
Con guiños, invitando a sus enamoradas fanáticas a bailar un vals, o señalarlas y estar a cada minuto con una sonrisa encantadora, Chayanne supo que el auditorio era suyo.
En tres ocasiones -y muy "sport"- cambió sus atuendos, igual regaló sus gafas, corbarta y recibió significativos recuerdos de Panamá y una bandera venezolana.
El evento fue abierto por la telonera Margarita Henríquez, quien antecedió al tan esperado boricua.
La noche mágica llegó a su clímax con un popurrí de canciones románticas de todos sus éxitos, pero sin duda una de las más esperadas de la gira "No hay imposibles" que lleva más de un año siendo número uno al gusto de sus fanáticas fue: "Me Enamoré de ti".
Los coros y gritos de los asistentes insistían en que "Torero" era la preferida. Con bailes españoles y danzas modernas de rojo y negro, Chayanne hipnotizó a todos, quienes con pancartas y camisetas le demostraban su fidelidad, y que quedaron satisfechos tras una ausencia de los escenarios panameños de casi tres años. Chayanne enamoró a su fanaticada con toda la fuerza y pasión de sus melodías. Sin duda alguna, provocó amor en Panamá.
Chayanne, con un cuerpo bien tonificado, empezó la gala tan esperada con el éxito “Provócame”, inmediatamente a las 10 de la noche del pasado jueves, el artista demostró por qué es uno de los mejores y más completos cantantes y bailarines de Latinoamérica.
Chayanne se movió en la tarima sin parar con un cuerpo coreográfico de 8 bailarines, que se menearon al ritmo de salsa, pop y con los éxitos tan esperados que eran coreados en un Figali que estuvo a reventar en el magno concierto "No hay imposibles".
“Caprichosa”, “Baila baila”, “Palo bonito”, “Fiesta en América”, “Completamente enamorados”, “Trozo de hielo en la escarcha”, “Si no estás”, “Salomé”, “Tiempo de vals”, “Si nos quedara poco tiempo”, fueron interpretados por Chayanne, al mismo tiempo en que fuegos de artificio en la tarima, tres pantallas, luces y un cuerpo musical de 10 personas le hacían el complemento en el escenario.
Tan romántico estuvo Chayanne que su entrega al público fue inmediata, en sus primeras palabras para una fanaticada en su mayoría contemporánea a su carrera artística, el puertorriqueño -vestido con un jeans negro ajustado y chaleco- le dijo a las panameñas "Hagan con nosotros lo que quieran", pero fue él mismo quien complació a todas sus fanes, bajó de la tarima cerca de la zona VIP y besó a una de sus seguidoras, además de darle la mano a muchas de las que anhelaron tenerlo cerca.
Fueron dos horas de emoción y más de 20 canciones, de aquel artista que llegó por primera vez a Panamá en la década de los ochenta con "Los Chicos" y que sus inicios como solista estuvieron marcados en nuestro país. Por eso, no dudó en corear "Panameña, panameña vida mía", que fue del delirio de todas las presentes.
Con guiños, invitando a sus enamoradas fanáticas a bailar un vals, o señalarlas y estar a cada minuto con una sonrisa encantadora, Chayanne supo que el auditorio era suyo.
En tres ocasiones -y muy "sport"- cambió sus atuendos, igual regaló sus gafas, corbarta y recibió significativos recuerdos de Panamá y una bandera venezolana.
El evento fue abierto por la telonera Margarita Henríquez, quien antecedió al tan esperado boricua.
La noche mágica llegó a su clímax con un popurrí de canciones románticas de todos sus éxitos, pero sin duda una de las más esperadas de la gira "No hay imposibles" que lleva más de un año siendo número uno al gusto de sus fanáticas fue: "Me Enamoré de ti".
Los coros y gritos de los asistentes insistían en que "Torero" era la preferida. Con bailes españoles y danzas modernas de rojo y negro, Chayanne hipnotizó a todos, quienes con pancartas y camisetas le demostraban su fidelidad, y que quedaron satisfechos tras una ausencia de los escenarios panameños de casi tres años. Chayanne enamoró a su fanaticada con toda la fuerza y pasión de sus melodías. Sin duda alguna, provocó amor en Panamá.
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